CONTENEDORES
- rsalmerongtz0
- 29 oct
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Contenedores de libertad
En la infancia aprendí que los hombres no lloran, no gritan. Aprendí que los sentimientos van acompañados de una manera corporal de actuar. Los sentimientos no son sin su gesto físico que los represente. De niño aprendí que mis emociones y mis ademanes deben ser trabajados bajo una serie de moldes, de estructuras, de contenedores de identidades. En mi caso esos contenedores son atravesados por maneras específicas de masculinidad, que se contraponen a maneras específicas de feminidad.
De adulto, gracias a la cultura contemporánea, he aprendido que esos contenedores no son tan rígidos como pensaba, que sólo aparentan ser sólidos, duros, de piedra. Esos contenedores son tan frágiles como cualquier estructura social, sin embargo es importante entender su materia y maleabilidad.
En principio, Rodolfo Salmerón entiende estos contenedores como “mecanismos represores”, objetos limitantes de posibilidades de identidad. De la acumulación de estos, entiende un conjunto de emociones “empaquetadas”, otras liberadas, que nos conforman y definen. Sin embargo, al ser contenedores de tela, la cual nos remite a un ropaje, así como a una estructura maleable, posibilitan mecanismos de liberación.
Si de niños nos enseñaron a contener nuestras emociones en recipientes, de adultos podemos aprender que esos recipientes son mutables, maleables, son ropajes que podemos quitarnos, podemos confeccionarlos, para poder ser un poco más libres, así quizá, puedan ser contenedores de libertad.
Luis Josué Martínez Rodríguez
Xalapa, Veracruz
2017



















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